La comunidad nahua de Santa María Ostula, Michoacán, denunció el asesinato del comunero Antonio Regis Nicolás, cuando él, su esposa y su hijo de dos años fueron interceptados por un comando armado después de atender una urgencia médica, en medio del clima «de terror y desolación» que atraviesan las localidades en la región por la violencia de la delincuencia organizada.
«Denunciamos la conducta omisiva del gobierno federal ante la grave situación descrita y la colusión de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Michoacán y la Guardia Civil, así como de diversos funcionarios estatales, con el CJNG (Cartel de Jalisco Nueva Generación)», señaló la comunidad tras el asesinato, perpetrado la noche del pasado 17 de mayo a la altura de la comunidad La Estanzuela, en el tramo de la brecha entre la cabecera municipal de Aquila a la encargatura de la Mina de Providencia.