“Prácticamente está ponderando su gobierno por encima del proyecto de nación que presenta su candidata, no es a ella a quien votarán, sino a él”.
En su incesante campaña electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador hace que todo gire en torno a él. Ahora resulta que la elección del 2 de junio no es un proceso democrático electivo para sucederlo como titular del Poder Ejecutivo federal, sino “un referéndum” de su gobierno.
Muestra clarísima de su intromisión en la campaña 2024, algo que de suyo le está prohibido por la Ley, el presidente dijo en una de sus conferencias matutinas desde el centro del poder en Palacio Nacional, que la del próximo domingo “más que una elección… es un referéndum, es un plebiscito, es una consulta”.