Las 20 reformas presentadas por Andrés Manuel López Obrador en febrero de 2024, que hace cuatro meses fueron congeladas por la oposición, se podrán concretar.
Algunas están destinadas a fortalecer el gobierno centralista y el dominio presidencial; otras, los programas sociales, lo que podría parecer positivo, pero no se le pone candado al uso clientelar de los mismos. Unas más, intentan restar autonomía al Poder Judicial y otras reducir el Poder Legislativo, afectaciones a dos de los tres Poderes que, junto con el Ejecutivo, integran el Estado mexicano.