Desde hace meses Alejandro Moreno fraguó su permanencia como presidente nacional del PRI y su posible reelección garantizando adhesiones de las dirigencias de las organizaciones y sectores afiliados al PRI mediante la vieja táctica del toma y daca.
Desde la designación e integración de las listas para diputados y senadores plurinominales, hasta la integración de los delegados a la XXIV Asamblea Nacional, la dirigencia del PRI preparó el terreno de la reforma estatutaria que permite al presidente de ese instituto político reelegirse hasta 2032.