Aparte de falsear cifras de muertes ocasionadas por unidades del sistema Metrobús, las empresas operadoras de estos vehículos y las aseguradoras hacen todo lo posible para no reparar los daños a las víctimas, como sucede en el caso de Renata, cuya esposa murió cuando fueron atropelladas.
Desde 2018, unidades de las siete líneas del Metrobús de la Ciudad de México han registrado 575 atropellamientos de personas, con saldo de 32 muertes instantáneas en el sitio del percance, sin embargo, en datos obtenidos por Proceso, el Metrobús omite contabilizar algunos decesos de personas atropelladas que ocurrieron en el propio lugar de los hechos, en hospitales o en trayectos hacia servicios médicos.