En un insólito actuar de la Fiscalía General de la República (FGR) no precisamente se esperaba más de la dependencia que encabeza Alejandro Gertz Manero, pero no deja de sorprender, especialmente ahora que Ismael Zambada García, El Mayo, quien fue el capo más buscado por su liderazgo criminal en el Cártel de Sinaloa, ha pasado de ser un narcotraficante peligroso a una víctima a la que se le está acercando la justicia en México.
Si por casi 50 años no se hizo justicia a las víctimas del depuesto líder del Cártel de Sinaloa, que murieron ante las balas de sus sicarios, fueron secuestrados, desaparecidos, extorsionados o envenados con la droga que esa organización produce, distribuye y vende en México, en Estados Unidos y otros países, a Zambada García, a menos de un mes de su captura por autoridades norteamericanas, le están haciendo justicia.