Organizaciones de derechos humanos denunciaron “la grave situación de violencia y crisis humanitaria que se está viviendo en diferentes regiones indígenas de México”, especialmente en los estados de Chiapas, Chihuahua y Michoacán, así como la “omisión sistemática” de las autoridades y elementos de seguridad “para coordinarse con quienes valientemente han solicitado su presencia”.
Los conflictos y disputas territoriales del crimen organizado en los territorios ha provocado que, en lo que va del año, más de 8 mil 190 personas fueran desplazadas de los municipios chiapanecos de Frontera Comalapa, Chicomuselo, y Siltepec; mientras que en Michoacán tan sólo este martes fueron atendidos 110 indígenas desplazados, y 251 en el municipio de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua.