De 2019 a 2023, durante el gobierno de López Obrador, ingresaron a las morgues 34,699 cuerpos que permanecen sin identidad. Aunque el presidente prometió atender de manera prioritaria la crisis forense y las desapariciones de personas —que en este sexenio suman 51,791 víctimas—, las iniciativas para enfrentarlas: el Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense, el Centro Nacional de Identificación Humana y el Banco Nacional de Datos Forenses, fueron desmanteladas o no se concretaron.
En las morgues del país hay más de 72,100 cuerpos sin identificar. Son cadáveres que ingresaron a los Servicios Médicos Forenses (Semefos) entre 2006 y 2023, sin que el gobierno les haya restituido el nombre. En una nación con 115,000 personas desaparecidas, un gran número podrían estar siendo buscadas por sus familias sin saber que yacen olvidadas en una fosa común o en un refrigerador mortuorio bajo la tutela del Estado.