La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) solicitó, el 1 de octubre de 2024, a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, abrir el diálogo con los diferentes actores sociales, ante problemáticas que, según la institución de la Iglesia católica, aquejaban al país, como la “violencia crónica”, inseguridad, desplazamiento forzado, fenómenos naturales y desapariciones.
En un pronunciamiento emitido minutos después de que la Sheinbaum Pardo tomara posesión del cargo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la institución de la religión Católica -conformada por obispos mexicanos colegiados- señaló los grandes desafíos que, según la CEN enfrentaría la presidenta constitucional, para lo que pidieron tomar acciones escuchando a la ciudadanía.