El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es particularmente responsable de la destrucción de la democracia. Tienen culpa algunos de los magistrados que lo integran; no todos, sólo aquellos que votaron por aprobar un proceso electoral viciado y disparejo.
Las instituciones democráticas, las que permitían, en teoría, la emisión libre e informada del voto ciudadano, así como las que daban seguridad jurídica y las que permitían a los ciudadanos vigilar la actuación de las autoridades han sido destruidas.
Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y Morena son los responsables directos de ello. En su labor destructora tuvieron cómplices, a ellos hago referencia enseguida.