Para llegar a ella se debe recorrer una especie de laberinto formado por muros y pasillos estilo industrial. Tras cruzar tres puertas de seguridad, encontramos el área flanqueada por paredes de cristal.
La llaman la “pecera” y es uno de los centros de cómputo y operaciones que soporta “parte del sistema nervioso” que transmite información que el Instituto Nacional Electoral (INE) requiere para operar.
De los cinco centros de sistemas, cómputo y operaciones con los que cuenta el instituto en todo el país, visitamos uno estratégico: el que soporta los procesos electorales y el resto de funciones del INE. Aquí se procesa toda la información relacionada con las prerrogativas a los partidos políticos y la fiscalización del dinero público.